Conciencia y habilidades sociales, ¿Están relacionadas?

CONCIENCIA Y HABILIDADES SOCIALES
La conciencia no es algo innato, no viene preconcebida en nuestro mapa genético, la construimos durante nuestro desarrollo, me atrevería a afirmar que incluso se aprende. Digo bien, se aprende, porque va creándose a partir de lo que ves, de lo que te dicen (el yayo Ramón gritando: - Pedrito no pongas los pies encima de la mesa, o te castigaré). Podemos encontrar que este desarrollo se produce tanto a nivel social y cultural, como a nivel individual. Pero… ¿Qué conexión puede tener la conciencia con las habilidades sociales?
Si entendemos como habilidad social el conjunto de comportamientos eficaces en las relaciones interpersonales, la conexión sería clara, pero vallamos en orden.
Nivel preconvencional: Es característico del razonamiento moral de los niños. Está presente en muchos adolescentes y en algunos adultos. Es la forma menos madura de razonamiento moral. Se basa en una perspectiva egoísta, se enjuician las cuestiones morales desde los propios intereses.
· Estadio 1. El niño orienta su conducta hacia la obediencia a las normas establecidas por la autoridad adulta para evitar el castigo. En esta fase, la habilidad social mas desarrollada quizá sea la de seguir instrucciones, pero antes de eso se deben de haber puesto en marcha otras muchas para las que se nos empieza a entrenar desde que nacemos. La sonrisa de un bebe, es una habilidad social que este ha ido adquiriendo con el fin de captar la atención del adulto. En este momento evolutivo, su necesidad es llamar la atención. Para el nivel de conciencia del que estamos hablando, digamos que la necesidad del niño es adaptarse a constructos sociales que el adulto domina. Por ello, se priorizaran habilidades que le permitan escuchar, hacer preguntas, mantener una conversación, pedir ayuda…todas ellas relacionadas con la capacidad de escucha y obediencia que exige la asunción de normas que provienen desde fuera.
· Estadio 2. El niño orienta su conducta de forma egoísta e instrumental. Lo justo es lo que satisface las propias necesidades e intereses. Las relaciones humanas se entienden de un modo similar a las del mercado. En este nivel de conciencia, el niño no es capaz de percibir la habilidad social como el fin en sí mismo, sino que es una herramienta más para conseguir lo que quiere. Continúa siendo en cierta medida utilizando la sonrisa del bebé, quiero atención, uso la sonrisa y lo consigo. Podrían darse situaciones escolares tales como quiero ser el primero de la fila al entrar en clase, asique hago un cumplido al que se encuentra en dicha posición (Carlitos, eres mi mejor amigo) y listo, consigo colocarme donde yo quería.
Nivel convencional: Surge durante la adolescencia y es dominante en el pensamiento de la mayoría de los adultos. Se caracteriza por el conformismo con las normas sociales. No obstante, la adolescencia es la etapa en la que la persona se prepara para superar este conformismo y alcanzar la autonomía moral. No superar este nivel puede generar prejuicios frente a los diferentes e intolerancia ante los que no se someten al rebaño.
Sobre todo durante la adolescencia lo que prima e cuando a habilidades sociales se refiera es obtener el beneplácito social, se busca agradar al chi@ que te gusta, a tu grupo de iguales, acercarse al chic@ popular del instituto. Las habilidades que nos permiten defender opiniones y diferenciarnos del rebaño aun no están desarrolladas. Nos basta con añadir a las ya alcanzadas otras habilidades que nos permitan destacar la importancia emocional del momento, ser capaces de expresar sentimientos, comprender los de los demás, saber escuchar, ser colaborativos, empáticos.
Nivel postconvencional: Este nivel es el menos frecuente. Surge durante la adolescencia o al comienzo de la edad adulta. La persona es capaz de analizar críticamente las normas y costumbres vigentes en el grupo social. El bagaje dentro de las habilidades sociales es mayor en este momento, en este punto de nivel de consciencia nos enfrentamos a una gran dificultad, debemos de pensar individualmente, teniendo en cuanta ciertos valores universales, este pensamiento hay que saber argumentarlo, defenderlo, incluso podemos intentar convencer a los demás de nuestras ideas. Por ello debemos de desarrollar el autocontrol, la tolerancia, autocrítica, la escucha activa, la inteligencia emocional, tener respuesta para el fracaso, la persuasión, resolución de conflictos, proactividad, gestión del tiempo…en definitiva no nos podemos relajar en el rebaño, hay que ir más allá.
1 comentario
Alejandro -
Imagino que ahora podrás entender que el nivel de conciencia o desarrollo moral, también es un contexto fundamental que modula e influye en gran parte las interpretaciones que hacemos y podemos hacer.
No sé cómo conectarás esto con la clase de ayer, más compleja de lo que parece, más arriesgada de lo que parece también.
Seguiremos
Ah... no confundas las vallas con el vaya...